miércoles, 15 de octubre de 2008

20 de Julio de 1971

Beatríz

Son trescientos veintisiete dias y trescientas veintiocho noches contando ésta, que estoy sin tí.
Sigo pensando que la ultima carta que me enviaste no era para mí, nunca entendí porque te marchaste de Villa de Valles ni porque abandonaste a pepita con la abuela María y sobretodo no entendí porque esta fue la utima carta que decidiste enviar. ¿dónde estás? ¿qué haces?
¿Con quién?
Esta es la últma vez que te lo pregunto porque después de tres cartas sin respuesta he decidido que este es mi último intento. Me despido, te saludo y comienzo a extrañarte otra vez.
El sabor de los primeros panes salidos del horno de doña Hortencia es lo que me lleva directo a Villa de Valles, tu eres mi vida y nuestra casa esta allá, y sabes que que la única razón de haber venido a la isla era por trabajo, trabajo que tanto se había tardado en llegar. Tuve que alejarme para poder estar más juntos, mientras V. de Valles crece, nosotros nos adelantamos, y tu levantas lo del negocio de las flores, flores que con behemencia ciudas y haces explotar de vida. No podemos esperar el crecimiento de villa de valles antes que el nuestro - dijiste- vete a la isla que y por fin abriré la florería -agregaste aquella tarde, nuestra tarde- Don Javier estará contento por tí o receloso por la nueva competencia -pensé.
Tus cartas tenían menos letras cada vez, lo sé, lo noto ahora que las tengo en las manos.
¿Donde estas Beatriz?
¿existe de verdad ese país del que me contaste?
Me han dado la salida definitiva de la isla en treintaiún dias, en poco mas de un mes estoy de regreso en Villa, cuando pase por la plazuela de la fuente de los peces, ¿te veré en la ventana arreglando tus flores?

Ciao Beatrice
el tuyo amor, Julián.
Isla del Sol, Julio del 71

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